A finales de los años ochenta, los países de Europa Central y Oriental
(PECO), en el marco de su transición sistémica, iniciaron un proceso de reintegración
en la economía mundial. En vistas a las dificultades de inserción por la
vía tradicional de las exportaciones, este objetivo condujo a una política de apertura
a la inversión extranjera directa (IED) dado que además, entre las diversas